La idea consiste en un ambulantaje azaroso. Establecer diversos caminos y direcciones apartir de un mismo punto determinados por la persecución de algo que es modificado por el entorno, en este caso, un montón de plumas coloreadas.
El registro de la deriva se hará de manera simultánea con todos los "caminos" posibles que permitan las plumas, a través de video, fotografía y marcas en un mapa.
Las plumas, aunque detonadoras de toda la acción, funcionan sólo de manera pretextual; podría ser cualquier cosa que por su materialidad sean afectadas por el entorno (viento, tráfico, gente, etc.) se distingan y permita su seguimiento.
La verdadera deriva no es lo que le sucede al material que se pone en juego, yace en la naturaleza de los caminos, direcciones, alcances y sucesos que alteran la continuidad del evento; el verdadero sentido está en la acción que desencadena en el persecutor (al azar, inconsciente, indeterminada) o en la forma en que se registra.
El registro de la deriva se hará de manera simultánea con todos los "caminos" posibles que permitan las plumas, a través de video, fotografía y marcas en un mapa.
Las plumas, aunque detonadoras de toda la acción, funcionan sólo de manera pretextual; podría ser cualquier cosa que por su materialidad sean afectadas por el entorno (viento, tráfico, gente, etc.) se distingan y permita su seguimiento.
La verdadera deriva no es lo que le sucede al material que se pone en juego, yace en la naturaleza de los caminos, direcciones, alcances y sucesos que alteran la continuidad del evento; el verdadero sentido está en la acción que desencadena en el persecutor (al azar, inconsciente, indeterminada) o en la forma en que se registra.
